Nuevas acciones educativas en la formación en Red.

Paola Andrea Dellepiane

Licenciada en Tecnología Educativa. Docente y tutora virtual.
Escuela de Educación, Universidad Argentina de la Empresa (UADE), Argentina
 

Cuando hablamos de “educación virtual o en Red” nos estamos refiriendo a un sistema de formación a distancia que se apoya en las TIC, es decir, redes de telecomunicación, videoconferencias, TV digital, materiales multimediales. Así, en un sistema de modalidad no presencial la relación docente y estudiante se encuentra mediada por los materiales y un soporte tecnológico.

Siguiendo a Cabero (2006) entre las características más significativas de la formación en Red, podemos mencionar:

  • - Conexión profesor-alumno separados por el tiempo y el espacio.
  • - Aprendizaje flexible y muy apoyado en tutorías.
  • - Utilización de diferentes herramientas de comunicación (foros, comunidades y redes de aprendizaje, blogs, mensajería instantánea).
  • - Combinación de diferentes materiales (multimediales, hipertextuales, visuales, etc.).

Teniendo en cuenta estas características, resulta necesario planificar previamente el proceso de aprendizaje de forma más evidente que en el sistema presencial. Se deben prever las dificultades del estudiante y disponer de elementos que le faciliten en cada momento la manera de superarlas. Esto nos lleva a desarrollar un enfoque globalizador de interrelación constante (Duart y Sangrà, 2000).

Siguiendo lo expresado por estos autores, agregamos que, en la modalidad no presencial los roles tradicionales del docente y del alumno se ven modificados:

  • - El rol del docente supone la selección de los contenidos, la secuenciación y estructuración pedagógica del entorno de aprendizaje; la creación de hábitos y destrezas en la búsqueda, selección y tratamiento de la información, y potenciación del alumno para que forme parte activa del proceso de aprendizaje.

Este rol puede pensarse, por un lado el que “transmite” información mediada por la tecnología, y por otro, el que “ayuda” a los alumnos a superar las dificultades del aprendizaje, asesora y orienta, siendo su principal función la de profesor-tutor. Así, el docente podrá realizar su tarea en un ámbito diferente a la institución, haciendo uso de recursos y medios tecnológicos que le permitirán acompañar en el seguimiento del estudiante.

  • - Los estudiantes, pasan a formar parte activa del proceso de aprendizaje; tienen acceso a diferentes tipos de materiales, recursos y medios de comunicación.

Si bien en todo proceso de enseñanza y aprendizaje el estudiante es el componente más importante, en un sistema no presencial mediado por tecnología, pasa a tener un rol más independiente y participativo, incentivado por las herramientas de comunicación sincrónicas y asincrónicas que poseen los recursos y medios tecnológicos.

Un contexto de formación no presencial induce a utilizar estrategias específicas no necesarias en la modalidad presencial. Podemos entonces preguntarnos cuáles son los principales aspectos, como así también las  principales funciones del docente virtual, y tratar de establecer diferencias y similitudes con el desempeño de un docente o tutor en la modalidad presencial:

En la siguiente tabla, se sintetizan los aspectos más relevantes de un plan de acción tutorial, que según Barberà y Badia (2004) son necesarios considerar, tanto en una acción tutorial presencial como en línea:

ASPECTOS
PRESENCIAL
EN LÍNEA

Tabla 1. Aspectos de la acción tutorial: Barberà y Badia (2004) citado por Barberà (2006:158)

1. Planificación

Requiere decidir, básicamente, sobre la secuenciación de los contenidos, la metodología y las tareas y el tipo de valoración.

Debe ser siempre explícita y completa para no desorientar al alumno y atender prioritariamente a los elementos relacionados con la temporización del curso.

2. Presentación de la información

Se trata de un medio eminentemente oral y, por tanto, pone el énfasis en la aportación verbal de información a los alumnos.

Se trata de un medio de soporto escrito y pone el énfasis en la ayuda hacia una búsqueda autónoma de la información por parte del alumno.

3. Participación

Por medio de trabajos y actividades prácticas en las que se coloca al alumno en situación de realizar contribuciones.

Mediante retos planteados en forma de debates o foros en líneas que atraen el interés y la intervención del alumno.

4. Interacción

Reducida a los momentos de clase presencial.

No tiene un momento preestablecido, pero por su asincronía se dilata a lo largo de todo el tiempo de docencia.

5. Seguimiento y valoración

Discontinuo a través de los trabajos y actividades puntuales seleccionados para tal efecto y en las intervenciones de clase.

Continuado por tener la posibilidad de registrar todas las acciones que efectúa el alumno a lo largo de su proceso de aprendizaje.

6. Dominio de la tecnología

No es estrictamente necesario si nos referimos a tecnología de la información y comunicación.

Básico para poder comunicarse con los alumnos y proporcionarles información y orientación ajustada.

7. Capacidad de respuesta

La que se asume en los momentos de clase y tutorías personales.

Inmediata si está automatizada y regular si las conexiones son frecuentes y establecidas.

8. Colaboración

La coincidencia en el tiempo puede dificultar el encuentro entre los tutores.

El entorno en línea amplia el tiempo y posibilidades de colaboración tutorial.

9. Tiempo de carga del tutor
Limitado a las horas de clase y a la preparación y corrección externa de actividades.
Variable en función del número de alumnos y actividades en línea propuestas durante el curso.

De lo expuesto por estos autores, podemos agregar que en educación no presencial no se prescinde del docente sino que se replantean algunas de sus funciones, ocupando un lugar diferente, y particularmente más activo. Así, la actividad de un docente virtual es la misma que en un modelo presencial, ya que continúa siendo facilitador y referente de un proceso de aprendizaje, pero variando la forma de desempeñar sus funciones y tareas.

Finalmente, los materiales y contenidos didácticos constituyen un eje esencial, porque en ellos se plasman las ideas que permiten que los estudiantes aborden los contenidos de aprendizaje (Delauro, 2005).

Duart y Sàngra (2000) presentan las características generales o elementos básicos que tienen que tener los materiales didácticos para facilitar el aprendizaje en un entorno virtual:

  • - Estructurar los contenidos, de tal manera de presentar primero una visión general del tema, luego pasar a un desarrollo de las partes y concluir con una síntesis o resumen.
  • - Proponer actividades para cada tema desarrollado, que pueden ser de autoevaluación o de entrega obligatoria.
  • - Mostrar relaciones entre contenidos, como así también repasar contenidos anteriores relacionados con el tema.
  • - Ofrecer orientaciones metodológicas para el abordaje de los distintos contenidos desarrollados.

Así, debemos asegurarnos un seguimiento diario de la actividad del alumno a través de las herramientas de comunicación y recursos de interacción, disponibles en una plataforma o en la Web, de manera de facilitar la comprensión de los materiales dispuestos y la realización las actividades propuestas en los tiempos planificados.

A modo de conclusión y teniendo en cuenta lo expuesto, resulta fundamental para el desarrollo con éxito de proyectos virtuales no intentar reproducir las dinámicas, organización y gestión de los sistemas presenciales. Al modificar el medio, se deben modificar todos los elementos que intervienen en el proceso pedagógico. Entender la naturaleza compleja de su estructura es vital para el desarrollo y alcance de los resultados del proyecto en cuestión.

Para completar este modelo, si nos centramos en el modo en que un alumno puede procesar la información obtenida para transformarla en conocimiento, tenemos que analizar cómo se asimila dicha información. Básicamente se produce por tres canales, con características propias:

  • - Visual: “necesita verlo para aprehenderlo”, surgen dificultades de comprensión con instrucciones de tipo verbal, se distrae fácilmente con sonidos, tiene dificultades para seguir conferencias o clases magistrales.
  • - Auditivo: prefiere obtener la información en “forma verbal”, suele plantear problemas a la hora de “leer” la comunicación no-verbal o lenguaje corporal.
  • - Kinestésico: prefiere aprender “haciendo”, aprende mejor cuando hay algún tipo de actividad física o de movimiento integrada.

Estar atentos a estas características nos permitirá conocer el perfil perceptivo de nuestros alumnos, como así también plantearnos ajustes en el diseño de los materiales en función de dichas necesidades e integrando didácticamente herramientas de comunicación sincrónicas y asincrónicas para potenciar las relaciones interpersonales e intercambios de información entre docentes y alumnos. Aprovechar las ventajas de los ambientes virtuales, nos permitirá generar actividades con mayor flexibilidad en el tiempo y en la ubicación de los estudiantes, llegando a ser más interactivas y personalizadas.

 

 

 

Bibliografía

Barberà, E. (2006). Los fundamentos teóricos de la tutoría presencial y en línea: una perspectiva socio-constructivista. Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación. Universitat Oberta de Catalunya. Educación en Red y Tutoría en Línea (págs.: 151:168). UNAM FES Zaragoza, México.

Cabero Almenara (2006). Bases pedagógicas del e-learning. Revista de Universidad y Sociedad del Conocimiento. Vol. 3 Nro. 1. UOC . En línea: http://www.uoc.edu/rusc/3/1/dt/esp/cabero.pdf [Consulta: 02/03/12]  ISSN 1698-580X.

Delauro, M. (2005). La evaluación de Entornos Virtuales. Soporte digital.

Duart, J. Sangrà, A. (Comp.) (2000). Aprender en la virtualidad. Gedisa. España.

Santoveña Casal, S. (2005). Criterios de calidad para la Evaluación de los cursos virtuales. Publicado en línea. Granada (España). Revista Etic@net. Año II Nro. 4, pág. 18-36. En línea: http://www.ocv.org.mx/contenido/articulos/articulo01_sept2005.pdf > [Consulta: 25/03/12] ISSN: 1695-324X

 

Citar como:

Dellepiane, P. A. (2012). “Nuevas acciones educativas en la formación en Red”. SCOPEO, El Observatorio de la Formación en Red. Boletín SCOPEO No. 61, 3 de Abril de 2012. En línea: [Consulta: dd/mm/aaaa]

 

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