Televisión educativa interactiva

Shirli AUFGANG

Lic. en Cs de la Educación 
Coordinadora Pedagógica de Conexión Educativa- Argentina.

 Utilizar a la televisión con fines educativos ha sido una iniciativa que se pretende casi desde los orígenes mismos de esta industria. Encontramos1 que las primeras experiencias de Televisión Educativa (TVE) comenzaron en la década del ´50 en Europa y Estados Unidos.

En un primer momento se intentó incorporar la TVE como una tentativa de reemplazo al profesor. Ya a fines de los años´60 se reconoce que la televisión no puede suplantar al docente y que sus potencialidades son otras, debido a ello proliferan las clases televisadas o teleclases.

En Argentina, los primeros intentos de producir programas con corte educativo se dan a partir de la década del ´60 en Canal 7, la señal estatal. También en esa época se crean dos canales Universitarios en Córdoba y Tucumán. El objetivo principal de estas experiencias era la transmisión de información, incluyendo temáticas culturales y algunos contenidos del curriculum escolar.

Ya a partir de la década del ´70, podemos destacar a “Plaza Sésamo” un programa creado en Estados Unidos que, a diferencia de sus antecedentes, no nacía dentro del sistema educativo formal, sino que se fundaba en las características del lenguaje televisivo.

A partir de los años ´90 una nueva mirada define a la televisión y a la escuela como instituciones culturales, con lenguajes y contenidos propios, que se entrecruzan en la vida cotidiana de las personas. De esta forma se plantea la incorporación de las nuevas tecnologías, en particular de la televisión, como estrategia de conocimiento y como objeto de estudio. Esta concepción abre dos nuevas líneas para el uso de la televisión en la educación: la primera consiste en utilizar los programas existentes que se emiten por televisión y que, en principio, no tienen ninguna finalidad educativa para trabajarlos en las aulas; y la segunda se propone desarrollar una educación para realizar lecturas críticas de los medios.

Por su parte, el concepto de Televisión Interactiva nació en la década del 70’ cuando algunas propuestas combinaron el uso de la televisión analógica con el “teletexto”. Esta forma de participación consistía en una limitada interacción entre el televidente y su televisor, que le permitía al usuario acceder y seleccionar información extra que aparecía en su pantalla en forma de texto.

El primer canal en incorporar el teletexto fue la BBC en 1972. Luego, este sistema fue utilizado en otros países como Austria, Alemania y Holanda. En el año 1982, la TVE de España intentó aplicar algunas pruebas durante el Mundial del fútbol.

Hoy en día, con los avances en imagen digital y el complemento de las nuevas tecnologías, este concepto ha ido mucho más lejos, desarrollando una nueva y mejorada forma de interacción. Desde seleccionar, grabar y personalizar la programación, hasta usos más interesantes como la comunicación en tiempo real entre el espectador y el organismo de difusión. Esta última posibilidad permite amplios y potentes usos de la TV como entorno para facilitar los aprendizajes.

En Conexión Educativa, señal Argentina dedicada a la difusión de la ciencia, la cultura y la educación las 24hs., creemos que la combinación de estos dos elementos: La TVE y La TI abren retos y desafíos didácticos innumerables, y hemos empezado a experimentarlos.

En este marco creamos una oferta de cursos de capacitación laboral que:

-Combinan la lógica educativa con la televisiva. La posibilidad de utilizar recursos didácticos propios del formato audiovisual, inserción de gráficos, pantallas, simulaciones, ejemplos grabados, en la estructuración de clases que combinan la lógica educativa con la televisiva para favorecer aprendizajes significativos.

-Incorporan en tiempo real (on line) elementos característicos de las clases presenciales, preguntas, intereses y participación de los alumnos. Superando así, muchos de los obstáculos que preocupan a la educación a distancia.

-Permiten la interacción entre participantes, favorecen el trabajo en red y el intercambio de saberes y experiencias entre personas y organizaciones distantes en el espacio, aspecto fundamental del enriquecimiento en la formación personal.

-Generan una relación dinámica entre los tres componentes básicos de una situación educativa, los docentes, los estudiantes y los contenidos, volviendo este formato abierto y flexible a las necesidades de los participantes.

Pero también, durante el desarrollo del proyecto han surgido algunos interrogantes y dificultades, a los que debemos prestar atención, como ser:

Que la posibilidad de repetir las clases grabadas como programas Televisivos (que también resulta atractiva para replicar instancias exitosas) no genere la tendencia de ir hacia productos “enlatados” y cerrados en desmedro de la espontaneidad que la interacción en vivo produce, y que constituye una de las potencialidades de esta propuesta. En este punto se podría mencionar una preocupación que Edith Litwin nos acerca en cuanto a la creación de materiales de enseñanza— que por el esfuerzo que exige—pueden llevarnos a pensar en el “re-uso”: en la adaptación para distintas situaciones y destinatarios. Advirtiendo que “la práctica de la enseñanza no debe valorarse por el uso de tecnologías per se; sino por la promoción de la reflexión y comunicación que permita la construcción del conocimiento2.

Que el ritmo y lenguaje Televisivo, al igual que los recursos tecnológicos, estén al servicio de los aprendizajes y no sobreimpriman su lógica sobre criterios didácticos. En este aspecto, creemos que esta relación debe garantizarse apoyándose en: la lógica de las disciplinas que se transmiten, en las concepciones de enseñanza y de aprendizaje que se sostengan, y en criterios orientados a los destinatarios, que se valgan de recursos con el fin de potenciar sus sentidos.

En este sentido, estamos convencidos de que esta propuesta, tanto en sus obstáculos como en sus potencialidades, irá modificándose y ofreciendo nuevos desafíos, en la medida en que podamos mantener una mirada flexible que incluya nuevos usos y funciones, a partir de las necesidades y las características de quienes participan: “La tecnología no es solo el elemento, sino también sus pautas de uso, la forma en que se piensa, se planifica y se habla sobre ella, los problemas y expectativas que genera”3 .

El mundo de la Televisión Interactiva recién comienza a desarrollarse y se espera que trace un largo camino, que seguramente será aprovechado por intereses comerciales, políticos y recreativos en primer lugar. Que la educación también pueda valerse de estos cambios depende de la capacidad, la creatividad y el trabajo de los profesionales del área de la educación, el lenguaje audiovisual y los especialistas en contenidos, de imaginar infinitas aplicaciones para sumar a estas propuestas. Desde Conexión Educativa seguimos a la vanguardia de estas innovaciones, con la convicción de que estas propuestas pronto podrán vehiculizarse y garantizar mayores accesos a sus televidentes.

1. Síntesis del recorrido histórico realizado por Hebe Roig “Un análisis comunicacional de la Televisión en la escuela” en: Litwin, E. (comp.), Tecnología educativa. Política, historias, propuestas, Ed. Paidós, Buenos Aires 1995.

2. LITWIN, Edith (2004) “La tecnología educativa en las prácticas de los docente: del talismán a la buena enseñanza”, en AAVV (2004) “La formación docente. Evaluaciones y nuevas prácticas en el debate contemporáneo” Santa fe: Ediciones UNL [Publicación de Conferencia y Paneles del 2º Congreso Internacional de Educación]

3. N. Burbules y T. Callister “Educación: riesgos y promesas de las nuevas tecnologías de la información”, Ed. Granica, 2001.

Citar como:

Aufgang S. (2012). Televisión edicativa interactiva. Boletín SCOPEO Nº 73. 15 de Noviembre de 2012. En línea: [Consulta: dd/mm/aaaa]