¿MOOCificar la enseñanza o expandir los MOOC? Estrategias de futuro para aprendizajes visibles e invisibles

Fernando Trujillo Sáez

Facultad de Educación y Humanidades de Ceuta
Universidad de Granada

@ftsaez

Blog de Fernando Trujillo

Permíteme que te avise desde el principio: sí, éste es otro artículo sobre MOOC. Espero que sepas perdonármelo porque tengo la sensación de que si has llegado hasta este artículo en SCOPEO ya debes saber qué son los MOOC, cuál es su origen, cuáles son sus ventajas frente a otros modelos de enseñanza y cuáles son también sus problemas. Tengo incluso la sensación de que puede que a estas alturas de 2013 ya tengas una opinión formada sobre los MOOCs. Si no es así, permíteme recomendarte el artículo de Clara Mª Vizoso en SCOPEO titulado “¿Serán los COMA (MOOC), el futuro del e-learning y el punto de inflexión del sistema educativo actual?”, que en mi opinión es una buena introducción genérica al tema, y el Informe SCOPEO sobre los MOOC.

Sin embargo, el objeto de este artículo no es tanto el MOOC como el momento en el que nos encontramos. Me explicaré.

Cuando una revista, sea de investigación o de tema más frívolos, indica que algo es “una tendencia en alza”, podríamos llegar al menos a tres conclusiones. En primer lugar, el texto puede reflejar que una necesidad de ciertos “usuarios” que queda satisfecha con el “producto en alza”, explicando así su ascenso. En segundo lugar, el texto puede detectar que el “producto” está en alza incluso si los “usuarios” no sienten la necesidad de disponer de él, debiéndose entonces la subida a otros factores circunstanciales ajenos a los “usuarios” y, por supuesto, al propio análisis. Pero, finalmente, podría incluso ocurrir – como en revistas de moda o las a veces llamadas “revistas de tendencias” – que el propio análisis sea quien provoque el alza del producto como consecuencia de ponerlo bajo los focos de la atención pública. Denominaremos estas tres posibilidades la explicación por necesidad, la explicación por circunstancias y la explicación por el deseo.

Pues bien, como hemos dicho, los MOOC están en alza. El Informe Horizon los señaló como una de las tendencias de 2013 a ser adoptadas de manera inmediata. Cabe, entonces, preguntarnos cuál de las tres explicaciones descritas anteriormente (la necesidad, las circunstancias y el deseo) se aplica al caso de los MOOC

Por un lado, los MOOC pueden venir a satisfacer la creciente demanda de formación de calidad que plantea el siglo XXI. Una ola de complejidad creciente (complejidad laboral, complejidad tecnológica, complejidad sociocultural, entre otras) define nuestra sociedad y la evasión de esta realidad por la vía de la ignorancia genera tantos monstruos como el sueño de la razón.

Por otro lado, hay “circunstancias” que avalan el crecimiento de los MOOC: ciertas instituciones creyeron que podrían ser un negocio de pingües beneficios. Además de las instituciones que fomentan los MOOC por afán altruista o investigador, hay muchas otras (incluidas algunas universidades) que han creído ver en los MOOC una fuente de financiación generada por el crecimiento exponencial del número de estudiantes. Más allá de esta creencia, otra cosa es cómo “monetizar” los MOOC, una búsqueda en la cual todavía no se han encontrado la piedra filosofal.

Finalmente, llegamos al deseo. Los MOOC representan para un buen número de educadores y educadoras o especialistas en educación mediada por la tecnología una oportunidad para probar algunos de los principios del conectivismo.

Es más, este mismo deseo de cambio hacia modelos (o teorías) de aprendizaje conectado se percibe incluso en algunas posturas de rechazo a los MOOC como oportunidad perdida ante la entrada de las grandes corporaciones de la enseñanza y la interpretación (o el uso) que éstas han hecho de los MOOC.

Constatada, pues, la tendencia al alza de los MOOC y cuáles son las posibles explicaciones de su ascenso, podemos preguntarnos cuáles podrían ser nuestras estrategias para afrontar el futuro inmediato de tal manera que esta tendencia sea un motor que genere aprendizaje, visible e invisible, en contextos formales e informales.

Comencemos con una posible estrategia ajena a los usuarios: la dependencia de la oferta. En consonancia con la explicación por circunstancias, la estrategia de la dependencia de la oferta implica asumir que los MOOC son un producto comercial que se rige por las leyes de la oferta y la demanda. A medida que crece la demanda de formación, las “instituciones” crean (o crearán) cursos que aspiran a satisfacer estas necesidades.

Realmente esta estrategia de circunstancias es la estrategia imperante hoy en relación con los MOOC y conocemos ya algunas de sus bases, en muchos casos asentadas sobre el “empaquetado” de contenidos, la instrucción a través de “píldoras audiovisuales” y la evaluación memorística del aprendizaje. Enrique Sánchez ha analizado los resultados de esta estrategia para SCOPEO, precisamente.

Sin embargo, hay otras dos estrategias más fructíferas por explorar: la primera está relacionada con la explicación del auge de los MOOC por necesidad y la segunda proviene de la explicación por el deseo.

La explicación por la necesidad de más y mejor formación implica aumentar las oportunidades de aprendizaje visible e invisible y mejorar los resultados de aprendizaje de manera efectiva. Para ello la clave (al menos una de las claves) es hacer de la situación de aprendizaje una experiencia rica y memorable. Y aquí es donde las claves del MOOC nos aportan algunas pistas: hacer de las situaciones de aprendizaje experiencias masivas, abiertas y en línea puede ser un factor interesante para convertirlas en experiencias ricas y memorables. El carácter masivo, abierto y en línea de los MOOC puede servir para potenciar el proceso de socialización que subyace a cualquier aprendizaje y para convertirlo en una experiencia realmente rica y memorable.

Así pues, la explicación por la necesidad implica “MOOCificar” la enseñanza. Transgredir los límites del espacio para generar proyectos de aprendizaje que vinculen a nuestros estudiantes con otros estudiantes, con otros centros y con otras realidades sí que satisface la necesidad de una mayor formación de calidad: la cuestión no es más contenidos, sino más socialización del aprendizaje.

Por otro lado, la explicación del auge de los MOOC por el deseo busca en los MOOC posibilidades de aprendizaje aún por explorar: aprendizaje en red, aprendizaje conectado, aprendizaje rizomático. Sin embargo, muchos de los defensores de esta estrategia del deseo contemplan ya los MOOC como paraísos perdidos en manos de las “grandes corporaciones”: los MOOC son tierra quemada.

En realidad, la explicación por el deseo demanda la expansión de los MOOC. La solución al agotamiento de los MOOC en las manos de las grandes instituciones no es abandonar la idea de situaciones de aprendizaje masivas, abiertas y en línea sino, por el contrario, asumir la propiedad comunitaria de la idea y expandirla más allá de su uso actual y para hacer que la realidad y el deseo se encuentren.

La expansión de los MOOC tiene diversas implicaciones. La primera es el propio cuestionamiento de lo masivo como objetivo. La cuestión no es aumentar el número como fin en si mismo sino aumentar las posibilidades de encuentro a través de la red. Lo importante no es un “número de participantes” masivo sino un “número posible de nodos” masivo.

Tras el cuestionamiento de lo masivo también caen el cuestionamiento de la necesidad de inscripción, del uso de una plataforma como espacio cerrado y de la certificación como factor de enganche. Cuando el MOOC pertenece a la comunidad, ninguno de estos tres elementos parece tan necesario pues el objetivo es crear situaciones de aprendizaje que representen experiencias ricas y memorables, como hemos enunciado anteriormente.

Y siguiendo esta lógica, la expansión de los MOOC – cuya fuerza principal es potenciar la socialización para el aprendizaje – también trasciende las limitaciones de lo digital como nueva frontera. Desde la perspectiva de la explicación por las circunstancias mantener al alumnado en un espacio virtual acotado permite aumentar el control, pero desde la perspectiva de las explicaciones por la necesidad y el deseo en realidad la distinción entre presencial y virtual o local y global son baladíes. El estudiante no vive “en un plano o en el otro”: vive en ambos, socializa en ambos y aprende en ambos.

Finalmente, MOOCificar la enseñanza y expandir los MOOC son dos estrategias complementarias. Ambas estrategias suponen desbordar los actuales límites de los modos de enseñanza y aprendizaje y romper las costuras de este traje que nos hicieron con la Revolución Industrial. Llega el momento de creer que la Revolución Digital puede suponer, también en educación, un cambio real.
¿Son los MOOC el cambio? Probablemente no. ¿Pueden ser la semilla de ese cambio? Probablemente sí. La necesidad y el deseo han sido siempre dos fuerzas poderosas para la transformación pero harán falta ideas y brazos para crear una Nueva Educación, con o sin MOOC.

Citar como:

Trujilo, F. (2013). ¿MOOCificar la enseñanza o expandir los MOOC? Estrategias de futuro para aprendizajes visibles e invisibles. Boletín SCOPEO No. 92. Consultado el [15/10/2013]. En línea en http://scopeo.usal.es/moocificar-la-ensenanza-o-expandir-los-mooc-estrategias-de-futuro-para-aprendizajes-visibles-e-invisibles/

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