Aprendizaje Informal en ambientes formales

 David Álvarez

Blog e-Aprendizaje
@balhisay

 

Los profesionales de la educación hemos descubierto que hay una serie de aprendizajes que se producen de manera fortuita, inesperada,… aprendizajes que no responden a ningún tipo de planificación o diseño, y que se producen sobre todo en lo que Teemu Arina y otros teóricos llaman los ‘terceros lugares’ (entornos sociales diferentes del hogar y la escuela/trabajo). Son los aprendizajes informales.

Podemos ver esto durante el proceso de socialización que experimentan los niños a partir de los 3 años, cuando comienzan a jugar con otros niños (y no junto a otros niños), y donde se generan inmediatamente espacios de aprendizaje informal, al principio simplemente resultado de la imitación, para ser más sociales conforme mejoran su competencia comunicativa y su expresión oral.

 

También podemos verlo en las peñas deportivas, donde personas con un interés común se reúnen por el simple placer de compartir esa afición y mejorar a través de la práctica. Y los nativos digitales, que aprenden a programar el DVD sin necesidad de leer las instrucciones del aparato, simplemente guiados de su curiosidad, su intuición y su necesidad de grabar su serie favorita.

 

Resultan por tanto tres elementos clave bajo los que se generan, de forma natural y espontánea, procesos de aprendizaje informal: la resolución de problemas, los intereses personales y la interacción con los pares.

Estos aprendizajes no responden a una intencionalidad por parte del individuo, luego no podemos identificar los elementos habituales que se presentan en los aprendizajes formales, es decir, unos objetivos de aprendizaje claramente identificados, unos recursos y un proceso bien definido, y finalmente una evaluación del aprendizaje.

 

Por el contrario el individuo actúa en los contextos informales con un planteamiento básico de causa-efecto que persigue resolver su problema, disfrutar de su pasión o alcanzar objetivos tácitos compartidos con sus iguales.

 

La formación continua en el puesto de trabajo es uno de los ámbitos donde es más evidente el impacto que los aprendizajes informales tienen en los ámbitos formales. Jay Cross habla de la ‘Spending-Outcomes Paradox’ para referirse a la contradicción que se observa cuando se evalúa la inversión que se hace en los procesos de capacitación formal frente al impacto que esta tiene en el puesto de trabajo.

 

Según Cross las personas aprendemos de manera informal la mayor parte de lo que necesitamos para hacer nuestras tareas. Aunque cada situación es diferente se puede afirmar que por lo general el ochenta por ciento del aprendizaje en las organizaciones es informal. Esta cifra, según recoge Jay Cross en Informal Learning: Rediscovering the Natural Pathways That Inspire Innovation and Performance, está respaldada por investigaciones del Institute for Research on Learning o el Education Development Center de Massachusetts. Irónicamente, es para el 20% restante de aprendizajes formales donde se invierten la mayor parte de los recursos de las organizaciones.

 

Algunos departamentos de recursos humanos han decidido que sus organizaciones deben apostar por el aprendizaje informal, reorientando parte de sus recursos a ello, pero la manera de hacerlo ha sido “formalizando” lo informal, intentando dirigir y organizar estos aprendizajes a través de un LMS o con soluciones de Blended Learning.

 

Pero si alguien planea, organiza y gestiona lo que hay que aprender deja de ser aprendizaje informal. Con el aprendizaje informal es el individuo quién está al control, la clave del aprendizaje informal es la autonomía.

 

¿Cómo sacar partido al Aprendizaje Informal en los ámbitos formales? 

 

El aprendizaje informal es dinámico y social (sobre la marcha, auto-dirigido, casual) mientras que la capacitación formal es estática (diseñada, dirigida, evaluada). Para incorporar el aprendizaje informal en marcos formales, como la escuela o la formación continua en el puesto de trabajo, las instituciones y los educadores y formadores deben:

 

1. Reinventarse, asumir nuevos roles: de diseñar y controlar a promover y acompañar. Hay que apoyar y alentar a las personas para que desarrollen sus propias estrategias de aprendizaje, ayudarles a que se conviertan en aprendices informales eficientes y efectivos en una organización en red. Para ello deben ser…

 

2. Facilitadores de Entornos Personales de Aprendizaje, intermediarios entre las tecnologías y las personas, orientar en la construcción del PLE de cada aprendiz, un PLE integrado en el entorno de trabajo o de aprendizaje que facilite la participación en actividades colectivas y la participación en comunidades de aprendizaje o de práctica más amplias, fuera incluso de los límites organizativos. Una perspectiva que nos invita a pensar los aprendizajes informales y el concepto de PLE desde la teoría de la Zona de Desarrollo Próximo de Vigotsky, donde la zona de desarrollo se amplia, gracias a las tecnologías, en redes de lazos débiles que han resultado sumamente eficientes para el acceso a nuevo conocimiento.

 

3. Por tanto, deben además proponer soluciones tecnológicas abiertas que estimulen la creación y puesta en común de recursos y contenidos, soluciones en red que promuevan la generación de comunidades. Soluciones sostenibles y accesibles, pensar en la red como plataforma.

Los Entornos Personales de Aprendizaje y las Comunidades de Aprendizaje o Comunidades de Práctica (según el ámbito al que nos dirigimos, la escuela o la empresa) son dos elementos clave a tener en cuenta para integrar los aprendizajes informales en los ámbitos formales.

 

No se trata, por tanto, de formalizar lo informal, ni tan siquiera de forzar a la gente a que participe en comunidades de aprendizaje como parte de la capacitación formal, sino en alentar y apoyar a los equipos para que construyan sus propios espacios que les permitan apoyarse entre sí de manera informal en el desarrollo de sus trabajos y proyectos.

Bibliografía

 

- Attwell, G. (2010). Supporting Personal Learning in the Workplace. The PLE Conference 2010. Citeseer. Consultado en http://pleconference.citilab.eu/wp-content/uploads/2010/09/ple2010_submission_66.pdf

-  Cross, J. (2006). Informal Learning: Rediscovering the Natural Pathways That Inspire Innovation and Performance. Essential Knowledge Resource. Jossey-Bass Inc.

- Granovetter, M. S. (1973). The Strenght of Weak Ties. American Journal of Sociology, 78(6), 1360–1380. Consultado en http://www.jstor.org/stable/10.2307/2776392

 

 

Webgrafía

 

- Álvarez, D. (2011) Los docentes como proveedores de PLEs. e-aprendizaje. Consultado en http://e-aprendizaje.es/2011/05/04/los-docentes-como-proveedores-de-ples/

- Arina, T. (2007) Serendipity 2.0: Missing Third Places of Learning. Teemu Arina’s Blog. Consultado en http://tarina.blogging.fi/2007/06/23/serendipity-20-missing-third-places-of-learning/

- Jarche, H. (2010). Formalized informal learning: a blend we don’t need. Harold Jarche’s Blog. Consultado en http://www.jarche.com/2010/04/formalized-informal-learning-a-blend-we-dont-need/

- Hart, J. (2012). The Key to Informal Learning is Autonomy. Learning in the Social Workplace. Consultado en http://www.c4lpt.co.uk/blog/2012/04/27/the-key-to-informal-learning-is-autonomy/

Citar como:

Álvarez, D. (2012). “Aprendizaje formal en ambientes formales“. Boletín SCOPEO Nº 74. 30 de Noviembre de 2012. En línea:  http://scopeo.usal.es/node/2643 [Consulta: dd/mm/aaaa]